19/12/09

OSVALDO PUGLIESE, ESTILO Y ESTETICA DEL TANGO

por Luis Adolfo Sierra

…fue Pedro Láurenz -ex compañero de orquesta y amigo personal de Pollet-, también asiduo concurrente al café El Parque, quien le pidió una noche a Pugliese copia manuscrita del tango "Recuerdo", para llevarlo a la orquesta de Julio De Caro donde tuvo la más auspiciosa acogida. De Caro grabó "Recuerdo" -el 9 de noviembre de 1926- en una versión definitiva, jamás superada a más de medio siglo de aquel antológico registro fonográfico. Es más. Cuando el mismo Pugliese incorporó el tango "Recuerdo" al repertorio de su ya famosa orquesta en 1944, adoptó la misma instrumentación de De Caro, exactamente la misma, sin cambiarle una nota, ni el sentido temperamental que inmortalizó Julio De Caro dieciocho años antes. Argentino Galván decía que al tango "Recuerdo" había que ejecutarlo exactamente como Pugliese lo había escrito.

"Recuerdo", es modelo de originalidad creadora como concepción estructural dentro de la preceptiva musical del tango. Tuvo la virtud de abrir nuevas perspectivas en la composición, dentro de una modalidad que conserva intactos los atractivos estéticos que tanto conmovieron el ambiente musical del tango a su hora. Y nada más elocuente que el testimonio de Julio De Caro ("Todo es historia --octubre 1976") con motivo de cumplirse cincuenta años de la grabación discográfica de su insuperada creación interpretativa.

"" "Recuerdo" marcó un camino en la composición del tango. Encierra un concepto moderno en su estructura armónica, en el imprevisto desarrollo de su línea melódica, en los colores de su sonido, en el acierto de los cambios de tonalidades, en los oportunos arpegiados, en la originalidad de su variación. Una de las obras de arte de nuestro tango -subraya De Caro- que habrá de perdurar para siempre"".

Evidentemente, "Recuerdo" no ha sido superado como proposición renovadora dentro de los esquemas conceptuales de la creación autoral del género. Parece siempre nuevo, como si nunca se repitiera al escucharlo. De ahí, pues, que resulte tan contundente el testimonio de muy calificadas opiniones considerándolo "el tango de los tangos"

Toda la producción posterior de Osvaldo Pugliese ha ido jalonando un coherente y progresivo proceso de evolución, orientado hacia proposiciones de muy lograda superación musical. Pero en forma gradual, es necesario recalcarlo, sin llamativas extravagancias, sin rebuscados convencionalismos efectistas que no tienen cabida alguna en la composición del tango. Podría afirmarse que la obra autoral de Osvaldo Pugliese conforma el más expresivo exponente de una justa y mesurada línea de renovación…

(Acerca del equívoco tan difundido en razón de haber aparecido en las primeras ediciones musicales del tango "Recuerdo" el nombre de Adolfo Pugliese como autor de la obra, corresponde aclarar que fue simplemente una medida precautoria por parte del editor y padre de Osvaldo Pugliese, dado la minoría de edad de éste -quien apenas contaba 19 años- en circunstancias que no estaba todavía debidamente legislada la protección legal de los derechos intelectuales. Cumplida la mayoría de edad se procedió a la correspondiente rectificación del nombre -como consta en los registros de SADAIC- sin que ya nadie pueda de buena fe poner en tela de juicio quien es el verdadero autor musical del tango "Recuerdo")

("La Historia del Tango" – Osvaldo Pugliese - Vol. 14 – Ed. Corregidor)

18/12/09

ABUELO - José Escudero

ABUELO
(A mi nieta Isabel)

Sabés, ahora ya nacido el angelito,
que mirando su foto atolondrado
se embalurdan los hechos del pasado
y, salvo ella, ya casi todo importa un pito.

Se hace chica la jaula y, de agrandado,
se hace fanfa el corazón y necesito
largarlo afuera, compartir, casi en un grito
esta alegría, y regalarlo emocionado…

Y al momento se hace nudo en el garguero
el recuerdo de los viejos tan queridos
y sus cosas, que las tengo de acamale

que me bancan como siempre el entrevero
con un gesto, o la vieja susurrándome al oído:
"…ahora sos abuelo, no llores Pepe, ¡dale!"

José "Pepe" Escudero
León, 18/12/09

En Alma de Tango (28-11-09)

Carlos Varela - Tony Gallo - Nora Roca

Nora Roca

Adrián y Yanina

Jorge Guillermo - Lucho Repetto - Quico Acosta

Matías Feigín -Rodrigo Mercado

14/12/09

¡Mi amante! - Por Ana María Blasetti

No lo niego; me han descubierto
¡Sí, tengo un amante,
lo admiro y lo quiero!
Digan lo que digan,
Dios mediante,
nadie más que él
me interesa y lo venero.

Sí, tengo un amante
que es suave,
que es bueno,
tierno bordoneo,
melancólico, sereno,
y sé que ha sido también
de muchas compañero.

¡¡Pero hoy de Mi vida
vive anhelante
y no estoy casada
porque es mi amante!!
Y lo bendigo,
somos caminantes
de compases altaneros…

Bien acomodada
mi cintura cual arte
entre su brazo callejero
gira, y su mano agarrada
con la mía bien tomada
nos enredamos trashumantes
entre pistas vibrantes.

¡Y no puedo más!
Mi cabeza ya
en tu hombro varonil descanso
¡Y es mi asombro
quererte y quererte
cada día más, Tango!
¡Arrabalero, tanguero,
vida mía! ¡¡amante!!
¡¡¡Compañero, te amoooo!!!
¡¡¡Te quiero!!!
Ana María Blasetti
(Publicado en www.todotango.com.ar)

11/12/09

Sobre el bambuco "Rosa"

De: Tango Archivo
Fecha: 01/12/2009 03:49:00 a.m.
Para: migrecuerdo@fibertel.com.ar
Asunto: Fwd: FW: "Mi noche triste" sera copia del bambuco "Rosa" ?

Apreciado Miguel

yo al igual que nuestra querida Guada, dudo que el bambuco "ROSA" de autor cubano haya sido primero que el tango MI NOCHE TRISTE, pues para los que no lo saben el BAMBUCO es netamente colombiano y en Cuba no creo que lo hayan conocido en esa epoca (1914).

Aunque Pelon Santamarta autor del segundo himno paisa: el bambuco ANTIOQUENA o ANTIOQUENITA grabo los primeros en toda la historia de la musica colombiana andina (o interiorana) en 1909 en Mexico y de alli pudo haber pasado a la isla pero hasta donde yo se, ningun cubano ha compuesto bambucos y el unico extranjero que si lo hizo, fue el mexicano GUTY CARDENAS, pero basado en los que les escucho a los integrantes de LA LIRA COLOMBIANA que dirigia PELON SANTAMARTA..

Carlos Gardel y Jose Razzano grabaron 6 composiciones colombianas despues de 1917:
MIS PERROS = "bambuco"
EL VAGABUNDO = "bambuco"
TRAS LAS VERDES COLINAS o A ORILLAS DEL MAGDALENA = "bambuco"
ASOMATE A LA VENTANA = " bambuco"

Los puse entre comillas porque no lo son pues debido a que ellos nunca tuvieron la oportunidad de escuchar un verdadero bambuco si tuvieron la intencion de cantarlos en ese ritmo e inclusive se los "afanaron"

Anios mas tarde se conocieron los nombres de los legitimos autores, yo en este momento solo recuerdo que Asomate a la ventana, es de Alejandro Flores, hermano de Julio y autor de la letra y la musica de MIS FLORES NEGRAS un pasillo que grabo Gardel en dos ocasiones y que tambien le resulto "dueno".

El otro tema colombiano es EL BRUJO un tango que gano premio en un concurso pero no recuerdo en este momento cual fue.

Y cuando Gardel llego a Colombia, el maestro Emilio Murillo le dio unas partituras que habria de grabarlas cuando terminara la gira, infortunadamente no se pudo

Y para terminar, Tartarin Moreira (seudonimo de Libardo Parra Toro) tambien tenia cuatro temas listos para que el se los grabara pero que al final quien los grabo fue Agustin Magaldi:

EN LA CALLE = tango
SONATA = tango
ORO COPA ESPADA Y BASTO = tango
y el "bambuco" EMBRIAGUEZ DE LLANTO

No se ustedes que pensaran, todo puede suceder, pero que un cubano haya compuesto el bambuco, ROSA seria el primero y el unico, personalmente yo lo dudo y si hay alguna "equivocadura" de mi parte, me disculpan por favor.

Ah! y ademas recuerden que los unicos en el mundo (creo yo) que toman mate son nuestros hermanos rioplatenses.

En minutos les reenvio lo que escribio Guada.

Atte.
Humberto

29/11/09

O fue al revés ?

“Gardel Buenos Aires”
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MAGAZINE ELECTRONICO No.11. Diciembre 2005
“Gardel Buenos Aires”
Registro de la Propiedad Intelectual en trámite
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Publicación electrónica mensual y gratuita de www.gardelbiografia.com.ar (Julián Barsky, coord.) destinada a la difusión e intercambio de novedades y comentarios vinculados a la vida de Carlos Gardel y a la cultura de Buenos Aires.
Julián Barsky es autor, junto con Osvaldo Barsky, del libro “Gardel la biografía” (Editorial Taurus, 2004) y coautor con Diego Gassi del libro “Serú Girán el retorno” (Fama Ediciones, 1991). Asimismo, es miembro estable del Coro de Cámara de la Municipalidad de Morón y docente del área de música en diversas instituciones privadas.
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ESTE NÚMERO: Editorial: Felices Fiestas Noticias: Gardel en el Goethe - Tango en España - "Las del Abasto", de gira Nueva sección: Correo de preguntas Internet: Sitios de Tango. El tango hoy: El bandoneón vuelve a vivir Teatro y algo más... (por Rosca Pollaca) Cartelera teatral El espacio del suscriptor: Cine: "Tiempo de valientes" (por Tito Carril) "Mi noche triste y el bambuco Rosa" (por Guada Aballe)
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El tema en cuestión
MI NOCHE TRISTE Y EL BAMBUCO ROSA (por Guada Aballe)
¿Fue el tango “Mi noche triste” un plagio del bambuco colombiano “Rosa”? ¿Cuál es el origen de esa historia?
El problema lo inició la revista Sintonía en septiembre de 1934, cuando publicó que “Mi noche triste” era un plagio del bambuco “Rosa” de Ángel Sánchez Carreño. La revista decía que ese bambuco fue editado por Anselmo López&Cía (Obispo 127, La Habana, Cuba) y que había tenido el primer premio en el concurso de bailes realizado en el Magic City de París, en enero de 1914.
Sintonía decía que el bambuco estaba escrito en compás de 6x8, y que “Mi noche triste” tenía el compás cambiado a 2x4 pero la música era la misma, sin mover una nota. Publicaron la letra del bambuco como la siguiente

Sin motivo me dejaste/ en lo mejor de mi vida
dejándome el alma herida/ y espina en el corazón.
Sabiendo que te quería/ que tú eras mi alegría
y mi sueño abrasador.
Para mí ya no hay consuelo/ y por eso me encurdelo
pa´ olvidarme de tu amor.

Cuando voy solo a mi cuarto/ lo encuentro desarreglado
todo triste, abandonado / me dan ganas de llorar.
Y me paso largo rato/ contemplando tu retrato
pa´ poderme consolar.

De noche cuando me acuesto/ no puedo cerrar la puerta
porque dejándola abierta/ me hago ilusión que volvéis.
Siempre llevo bizcochitos/ pa´ tomar con matecitos
como si estuviérais vos.
Y si viérais la catrera/ cómo se pone cabrera
cuando no nos ve a los dos.

Ya no hay en el tocador/ aquellos lindos frasquitos
adornados con lacitos/ todos de un mismo color.
Y el espejo está empañado/ pues parece que ha llorado
por la ausencia de tu amor.

La guitarra en el ropero/ todavía está colgada
nadie en ella dice nada/ ni hace sus cuerdas vibrar.
Y la lámpara del cuarto/ también tu ausencia ha sentido,
porque la luz no ha querido/ mi triste noche alumbrar.

El problema estaba echado sobre la mesa. Y no terminó allí, erigiéndose la revista en árbitro y juez del problema, veamos como se desarrollaron los acontecimientos:
Dijeron que los había visitado el músico cubano autor del bambuco después que ellos tocaron el tema y que el músico había afirmado haber escrito esa música en el año 1914, dedicándoselo a Rosa Yvars cuyo retrato figuraba en la edición para piano y canto escrita en tono do menor y en tiempo de 6/8, pero que la letra era otra. Y que era cierto que había ganado el primer premio en el Concurso Internacional mencionado anteriormente, en enero de 1914. Ahora bien, sostenía que la letra original era la siguiente:

Por quererte locamente/ De España me desterraron villanamente
me ataron sin motivo ni razón/ comprada la policía
que por poco se vendía/ y el mismo gobernador
que metió en la prisión/ privándole al corazón
la inmensidad de tu amor/ el ricacho que tenías
de rabia su oro gastó/ mi juventud arruinó
con infamia y con crueldad/ y en su rabia de salvaje
me dejó sin equipaje/ y a mi tierra me mandó.
Triste situación la mía/ solo en la celda llorar
ni en ella puedo olvidar/ lo que te idolatro Rosa
cuando oigo de las olas/ ese suave murmurar
vida, me pongo a pensar/ mi desdicha cruel a solas.

Tal era la letra original.

Pero en la partitura que había mostrado Sintonía la primera vez que tocó el tema, habían colocado la otra, similar a nuestro tango. La revista explicaba así el entuerto:
Que en 1919 visitó La Habana la cupletista española María Tabau que tenía a “Mi noche triste” en su repertorio, y entonces el editor de la música lanzó una nueva edición del bambuco “Rosa” acoplándole la letra porteña sin excluir la original y sin avisar a Sánchez Carreño el autor del bambuco.

Viéndose envuelto en el lío, Ángel Sánchez Carreño envió una carta a Francisco Lomuto, presidente del Círculo de Autores y Compositores de Música con fecha 18 de octubre de 1934, diciendo que era ajeno a la publicación aludida, que se había dado a luz el asunto sin haber sido consultado al respecto, que le constaba que en tango “Mi noche triste” había sido publicado en 1915 y que su obra “Rosa” había sido editada en Cuba en 1914, pero la melodía suya no era conocida en Buenos Aires cuando se publicó el tango, lo que descartaba toda posibilidad de plagio y si bien había similitud ello era cosa que ocurría frecuentemente, y que la letra de Contursi había sido adaptada a su bambuco sin su consentimiento.

Pero Sintonía siguió con lo mismo, ironizó la carta de Sánchez Carreño diciendo que en 1914 los vapores nos ponían en contacto con los cubanos dos veces por mes y que el bambuco pudo llegar aquí a los veinte días de ser publicado actuando tal vez como fuente de inspiración.
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Agradecimiento especial a nuestro amigo Daniel Araque por habernos enviado el enlace que nos permitió acceder a esta nota


28/11/09

"Mi noche triste" es copia de "Rosa" ?

EL FAMOSO TANGO “MI NOCHE TRISTE”, ES UNA COPIA FIEL DEL BAMBUCO “ROSA”, ORIGINAL DE ÁNGEL SÁNCHEZ CARREÑO, Autor Cubano.

"No es por primera vez que nos ocupamos de llamar la atención sobre el descaro con que, autores que hoy gozan de enorme popularidad, copian más bien que plagian piezas extranjeras para lanzarlas luego al mercado con su nombre y apellido al pie.

"Hoy, con las pruebas a la vista, debemos ocuparnos del famoso tango "Mi noche triste", uno de cuyos autores, persona muy apreciable por sus valores personales, ha fallecido no hace muchos años. Nos referimos a Pascual Contursi.


"Ha llegado a nuestras manos una partitura original del bambuco "Rosa", editado por Anselmo López y Cía., cuya editorial tiene sede en la calle Obispo 127 (La Habana), composición que obtuvo el primer premio en el concurso de bailes realizado en el Magic City de París, en enero de 1914.

"Cuál no sería nuestro asombro al comprobar que, a pesar de hallarse escrito en compás de seis por ocho, el bambuco "Rosa" era ni más ni menos que la copia fiel de nuestro famoso tango "Mi noche triste", original de Castriota y Contursi, letra y música, respectivamente. Buscamos una edición del tango; averiguamos la fecha de aparición del mismo y comprobamos, un poco avergonzados, que fué dado a luz en 1919, o sea cinco años después de que el bambuco "Rosa" fuera premiado y editado.

"Decimos un poco avergonzados, por tratarse de dos compatriotas que tan abiertamente usurparon derechos que la sociedad defiende y que, bajo cualquier punto de vista, son sagrados.

"Samuel Castriota, "autor" de la música de "Mi noche triste", se tomó el trabajo de cambiar el compás de seis por ocho a dos por cuatro, como corresponde a la denominación del tango; esto sin mover una nota… Un simple arreglo en la división. Pero, en cambio, Pascual Contursi, "autor" de la letra, copió íntegramente los versos, poniendo en donde dice: "Me dejaste", "Me amuraste", o sea adaptando al ambiente la poesía, con la substitución de algunas palabras por sinónimos de uso popular o modismos argentinos. "Publicamos en esta página una reproducción de las dos portadas y la copia fiel de los versos"(*)

ROSA 
Bambuco original de 
Ángel Sánchez Carreño 
(Príncipe de Cuba) 
Editado en el año 1914

Sin motivo me dejaste 
en lo mejor de mi vida 
dejándome el alma herida 
y espina en el corazón 
Sabiendo que te quería
que tú eras mi alegría 
y mi sueño abrasador. 
Para mí ya no hay consuelo 
y por eso me encurdelo 
pa olvidarme de tu amor.

Cuando voy solo a mi cuarto
lo encuentro desarreglado 
todo triste, abandonado 
me dan ganas de llorar, 
y me paso largo rato 
contemplando tu retrato 
pa poderme consolar.

De noche cuando me acuesto 
no puedo cerrar la puerta 
porque dejándola abierta 
me hago ilusión que volvéis 
Siempre llevo biscochitos 
pa tomar con "matecitos" 
como si estuvierais vos. 
Y si vierais la catrera 
cómo se pone cabrera 
cuando no nos ve a los dos. 

Ya no hay en el tocador 
aquellos lindos frasquitos 
adornados con lacitos 
todos de un mismo color. 
Y el espejo está empañado
pues parece que ha llorado 
por la ausencia de tu amor.

La guitarra en el ropero 
todavía está colgada 
nadie en ella dice nada 
ni hace sus cuerdas vibrar. 
Y la lámpara del cuarto
también tu ausencia ha sentido
porque la luz no ha querido
mi triste noche alumbrar.

(*) Las portadas no están disponibles. De las letras, sólo se publica la de Príncipe Cubano.

Nota: las palabras resaltadas en cursiva son las que difieren con la letra original de Pascual Contursi, tal como la conocemos.

(Publicado en la Revista “Sintonía”, Nº 74 del 22 de setiembre de 1934)
Miguel Recuerdo.

7/11/09

"Un bandoneón de bandoneones: Marcos Madrigal"


Nota realizada en Junio de 2004

En el sosiego de su casa de la calle Mariano Acha, del barrio de Saavedra, rodeado de recuerdos y plenamente activo, vive el maestro Marcos Madrigal, próximo a cumplir los 88 años ya que nació en Buenos Aires, en Solís y Rondeau, el 27 de agosto de 1916.

A su padre, un español que gustaba del tango, la música clásica y el cante jondo, dueño de sucesivos almacenes y restaurantes, donde músicos ambulantes, desfilaban ejecutando música de tango a la gorra, le gustó el sonido del bandoneón, por aquel tiempo un instrumento ya incorporado a nuestra música ciudadana. Le indicó a su hijo Marcos que debía aprender a tocarlo, cuando este rondaba los diez años.

Un cliente del restaurante de su padre ubicado en Estados Unidos al 800 ente Tacuarí y Piedras, de nombre Fernando, que trabajaba enfrente del negocio como chofer, le enseño a Marcos el teclado, que él siguió perfeccionando en varias academias a las que concurrió. Cuenta Madrigal que Fernando tocaba el bandoneón con mucha dulzura y que también le enseñó los compases del tango "Recuerdo" de Osvaldo Pugliese.

Luego, con algunos años más, Madrigal comenzó a tocar en orquestas de barrio, procedimiento para foguearse, bastante común en aquellos años. También un mercado que existía en Humberto 1° al 1400 que tenía un palco, acompañado por una guitarra y batería, supo de sus primeras interpretaciones.

Su fuerte atracción con el instrumento, al que hoy califica de divino y de maldito, hizo que Madrigal, aparte de sus estudios adquiriera una gran técnica en forma autodidacta.

A los 17 años ejecutó su música en mejores conjuntos, aunque desconocidos, y realizó con ellos algunas giras.

A los 20 años, en el año 1936, el maestro Osvaldo Pugliese lo llamó cuando formó su primera orquesta, no aquella del triunfo definitivo del pianista que fue la de 1939 y que equivocadamente se señala a veces como la primera.

Entre otros instrumentistas de esta primera orquesta "pugliesiana", pueden señalarse como primer bandoneón a Alfredo Calabró, al bandoneonísta Juan Abelardo Fernández y por supuesto Madrigal, los violinistas Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza, siendo el contrabajista Aniceto Rossi, y el maestro Pugliese al piano.

Esta orquesta, cuya vigencia fue de alrededor de 5 meses, actuó en el café Germinal de la calle Corrientes 942, entonces angosta, y brindó mucha experiencia a los músicos. Madrigal la recuerda con gran cariño y señala lo mucho que aprendió con Pugliese y luego también con Horacio Salgán.

Horacio Salgán lo llamó en 1937, recomendado por el autor de "Recuerdo", para formar un trío compuesto por Gregorio Surif en violín, Marcos Madrigal en bandoneón y el propio Salgán en piano que acompañaron a la cancionista Carmen Duval. Dice Madrigal que Salgán escribía "difícil" y había que estudiar mucho con él.

Paralelamente a esto que narramos, surge como director de orquesta uno de los violines mayores del tango, a juicio de algunos, el más importante: Elvino Vardaro. Decidido a formar una orquesta Vardaro se presenta con esta agrupación en el café Germinal, secundado en piano por Osvaldo Pugliese, en bandoneones por Alfredo de Franco y Marcos Madrigal, Gregorio Surif como segundo violín y Pedro Caracciolo en contrabajo.

A partir de aquí la carrera de Madrigal en el tango fue intensa, aunque no muy conocida por el público en general, aunque sí y mucho por los especialistas y por sus colegas músicos. Cuenta Madrigal que participó en numerosas giras, programas de radio, grabaciones y hasta en un baile con la orquesta de Juan Sánchez Gorio, ya que era una época donde abundaba el trabajo para los músicos de tango.

Cuando contaba 22 años el bandoneonísta Enrique Rodríguez lo convocó para su orquesta. El cantante de la misma era el Chato Flores y al pasar a ser este solista, toda la orquesta siguió con él (1938).

Actuó nuevamente con Salgán en la orquesta de los años 1945/ 1947, que fue la segunda orquesta del maestro Salgán, cuando cantaban Edmundo Rivero, Oscar Serpa y Alfredo Bermúdez, en diferentes épocas de la misma. En los bandoneones se lucían Armando Calderaro, Domingo Crego, Marcos Madrigal y Ramón Álvarez, en violines Víctor Felice, Héctor Ferrarino, Osvaldo Monterde , Ramón Coronel y Pedro Desrets. Además de José Federighi en cello, y Alfredo Cinici en contrabajo, actuando en los cafés Germinal, Nacional, Marzzoto, Tango Bar, en el cabaret Novelty y en Radio Belgrano. Esta orquesta lamentablemente no tuvo la fortuna de realizar ninguna grabación.

Fue bandoneonísta en 1949 de Francisco Lomuto con los que también realizó grabaciones y viajo al Brasil. La orquesta de Lomuto se formó para esta ocasión con estos músicos: Bandoneones: Federico Scorticatti, Marcos Madrigal, Ramón Alvarez y Héctor Vitale. Violines: Ernesto Gianni, José Carli, Carlos Taverna y Oteo Gasparini. Piano: Juan Carlos Howard. Contrabajo: Alberto Celenza y los cantores Alberto Rivera y Miguel Montero.

Trabajó también con músicos de la talla de Carlos Marcucci, Alfredo Gobbi (con quién también grabó), Carlos Figari, y en 1953 con Elvino Vardaro.

Vardaro fue inducido por Martín Darré, otro gran arreglador que tuvo el tango y que era en ese momento Director artístico del sello Columbia , a formar una orquesta para realizar una serie de grabaciones, sobre la base de los arreglos de Hector María "Quico" Artola. Llegaron a realizar dos grabaciones en discos de 78rpm: los tangos "Pico de Oro" de Juan Carlos Cobián y "El cuatrero" de Agustín Bardi.

La orquesta de Vardaro se componía así: Bandoneones: Julio Ahumada (1er. Bandoneón), Antonio Marchese, Marcos Madrigal y Orlando Ponzoni. Violines: Elvino Vardaro, José Niesow, Enrique Cantore y Domingo Mancuso. Violonchelo: Enrique Bourguet. Piano: el uruguayo César Zagnoli, y Contrabajo: Alfredo Sciarreta.

En el mismo año 1953 lo convocó Julio de Caro para su orquesta, integrando la fila de bandoneones con Carlos Marcucci (1er. Bandoneón), Héctor Presas, Pedro Belluatti, Alfredo Marcucci (sobrino de Carlos) Marcos Madrigal y Arturo Penón.

En 1960, para la realización de la obra "Historia de la orquesta Típica", cuya estructura y texto literario fueron realizados por el doctor Luis Adolfo Sierra y de la cual existe una excelente grabación en el sello Music Hall , fue llamado por el arreglador Argentino Galván, integrándose a la fila de bandoneones con el primer bandoneón de Julio Ahumada, y los bandoneonístas Calixto Sallago y Dino Saluzzi. Esta obra, que resume la historia de la música de tango comienza con "Don Juan" la obra de Ernesto Ponzio, hasta culminar con Astor Piazzolla.

Un personal notable formó esta gran orquesta entre los cuales los violinistas eran Enrique Mario Francini y Elvino Vardaro, José Nieso, Juan Scaffino, Claudio González, David Díaz, Mario Abramovich, Hugo Baralis, David Aszenmil y Rolando Curzel. En piano: José Basso, Osvaldo Requena y Jaime Gosis ( éste último como solista). Mario Lalli en viola. Enrique Bourguet y Víctor Pontino en violonchelos. Máximo Barbieri en guitarra. Héctor Ayala en guitarrón.

También componían esta orquesta Luis Albano y Alfredo Montanaro (flautas). Alberto Naci y Juan Cinicci (trombones), Alfredo Marniconda y Gregorio Granata (trompetas), Mario Cosentino y Alberto Conles (clarinetes), Pascual Mazzeo (corno) y Emilio Donatucci (en corno inglés). Alberto Merenzon (fagot)., Pedro Cochiararo (oboe), Rafael del Bagno e Italo Besa (contrabajos), Sofía Goldenchtein (arpa), Alfredo Martini (fliscornio), Rómulo A. Díaz (tuba), Salvador Mole (percusión y vibrafón) y Pascual Bonfiglio y Rosario Bonfiglio (clarón o clarinete bajo ), actuando con algún cambio en el personal, en el teatro Opera, en marzo de 1960.

En 1963 Julio Ahumada forma una orquesta con el también bandoneonísta Miguel Bonano, a la que denominan Orquesta Ahumada-Bonano y donde Madrigal vuelve a trabajar con Calixto Sallago y Dino Saluzzi, junto al primer bandoneón de Julio Ahumada.

Durante 17 años integró la fila de bandoneones de la orquesta del programa del canal 9 capitalino "Grandes valores del Tango", formando al lado de Armando Calderaro (primer bandoneón), Daniel Lomuto y Domingo Mattío. En esa orquesta que dirigía desde el piano el maestro Armando Cupo, se distinguían también Marzán y Mario Arce en violines y en contrabajo Federico Lipesker.

Entre octubre y noviembre de 1979, integró la orquesta de Osvaldo Fresedo, coincidiendo con el cumpleaños del maestro, para grabar un long play titulado "Fresedo 80", editado por el sello Columbia CBS 20041 y presentado en la audición "Tango a tango", que se emitía por LR3 Radio Belgrano el 5 de mayo de 1980. Junto a otros 26 calificados músicos, todos de primer nivel, la orquesta fue dirigida a la sazón por Roberto Pansera, dado que "El Pibe de la Paternal" había delegado la conducción en éste por razones de salud. También fueron de Pansera los arreglos.

Integraron la misma para esta grabación Roberto Pérez Prechi, Osvaldo Montes, Ernesto Baffa y Marcos Madrigal en bandoneones. Antonio Agri, Hugo Baralis, Aquiles Aguilar, Manuel Baya Gómez, Mauricio Marcelli, Juan Scaffino, Emilio González, Pedro Lopérfido, Simón Broitman, José Votti y Carlos Arnáiz en violines. Henry Ballestro y Rodolfo Fernández en violas. Alfredo López Echeverría y Daniel Pucci en cellos. Raúl Muñoz en contrabajo acústico. Carlos Nicolini en contrabajo eléctrico. Mateo Juan Giarruzzo en vibrafón. José Corriale en percusión y Roberto Cícare en piano.

Integró el conjunto del pianista Carlos García junto a Federico Scorticati ,(este como bandoneón solista y de quién Madrigal había sido compañero en su viaje a Brasil con Lomuto en 1949), para el viaje que realizaron a Japón en 1993 y Miguel Angel Varvello también en bandoneón y Antonio Agri como primer violín.

Paralelamente con su actuación profesional Madrigal se ha desempeñado como uno de los pocos profesores de bandoneón y autor de un método para el estudio del mismo, obra de la cual Ediciones Ricordi publicará próximamente un segundo tomo bilingüe inglés-castellano.

Fueron alumnos suyos en diferentes época Ernesto Baffa, José Libertella, Mario Montagna, Miguel Ángel Nicosia y los jóvenes y promisorios valores Marcelo Nisinman, Horacio Romo, Matías González, Ernesto Molina, Gabriel Fernández y Víctor Hugo Villena. Este último se desempeña actualmente en la Universidad de Amsterdam.

Carlos Buono, destacado instrumentista y actual director de orquesta, se perfeccionó con Madrigal cuando este estuvo a cargo de la cátedra de bandoneón del Conservatorio Municipal "Manuel de Falla" por un año, reemplazando al eximio Abelardo Alfonsín. Esta cátedra se creó en 1953 y su primer profesor fue el eximio Pedro Maffia. También Scorcielo, un joven bandoneonísta y también miembro de la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata, estudió con el maestro Madrigal.

El gran conocimiento musical de Marcos Madrigal lo ha llevado a componer con Roberto Pérez Prechi el tango "Andante y Allegro", que fuera grabado por Ernesto Baffa y también por el mismo Pérez Prechi. Su dominio del instrumento le ha permitido ejecutar música de Albeniz, como Cádiz" y la "Cubana" de Manuel de Falla, además del "Ave María" de Schubert o los "Tristes" del argentino Julián Aguirre.

En el año 1996 Ernesto Baffa organizó una orquesta y llamó a Madrigal para la fila de fueyes que incluía a Baffa, Daniel Lomuto, Marcos Madrigal y Nicolás Paracino, Enrique Lannoo en cello, Antonio Agri y Mario Arce en violines, Luis Paz en viola, Sergio Paolo en bajo eléctrico, Eduardo Lettera en contrabajo y Oscar D¨Elia en piano.

Grabaron el CD TK 28162 editado por Música y Marketing SA, titulado "Calavereando". Los temas del CD fueron "La Cumparsita" (de Mattos Rodríguez), "Calavereando", "Pa´la Guardia", "Alma Lírica", "Con buena onda", "Con todo mi corazón" "Tocalo de nuevo" y Valsango de Verano" ( todos de Baffa en conjunto con otros autores) "Troileana" (de Lomuto), "Callao 11" y "Suárez y Montes de Oca" (de Javier Mazzea) y "Chique" (de Brignolo).

En el año 2001, culminando una vida dedicada a la enseñanza del instrumento de la que pueden dar fe sus destacados alumnos, y significando todo un reconocimiento a su trayectoria, fue designado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires en el programa Buenos Aires Nácar, que dirigió Leopoldo Federico y cuyo objetivo era formar nuevos bandoneonístas. Madrigal debía dar clases por un año a tres de los jóvenes intérpretes de bandoneón elegidos por un jurado el 15 de diciembre de cada año, permaneciendo en esta función durante dos años consecutivos.

Un diploma, colgado en una de las paredes de su casa, acredita el paso por este programa y dice "La Ciudad de Buenos al gran Maestro de Bandoneonístas Marcos Madrigal, por su clase. Secretaría de Cultura. 11 de diciembre de 2001".

En el año 2004 acaba de participar en la película "El último bandoneón" en la que también aparecen Rodolfo Mederos y Gabriel "El Chula" Clausi. Madrigal interpreta la variación a dos manos del celebrado tango de Ángel Villoldo "El choclo", y como solista la primera y segunda parte de "La casita de mis viejos", la obra imperecedera de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo.

Otros títulos ha recibido Madrigal a lo largo de su extensa carrera: Miembro de Honor de la Academia Nacional del Tango y desde el 30 de junio de 1995, Diploma Gloria del Tango de la Academia Porteña del Lunfardo.

Arreglador prolífico para el bandoneón, pueden mencionarse las siguientes composiciones que llevan la mano de arreglador de Marcos Madrigal:"Nieblas del Riachuelo", "María","Loca Bohemia", Nostalgias", "Noche de amor", "La mentirosa", "Buen Amigo", Inspiración", "Intermezzo", " El aeroplano".

Además, deben señalarse las siguientes: "Punto y Banca", "A su memoria", "Corazón de oro", "Mano a mano", "Desde el alma", "Recuerdo", "Sur", "Viejo ciego", "Criolla linda", "Melodía de Arrabal", "El Africano", "Ensueño", "Uno", "Porque la quise tanto", "Fueye", "Milonga para Gardel", "La casita de mis viejos", "Quejas de bandoneón", Penas de amor", "Mi noche triste", "Un placer", "El choclo", "Boedo", "Amor y celos", "Cenizas", "Diablito", "El amanecer".

Muchos elogios y felicitaciones ha recibido el maestro de sus colegas. Aníbal Troilo lo felicitó por la forma en que tocaba, cuando Marcos estaba con Salgán. Osvaldo Pugliese dijo que en cuanto a sonido de bandoneón, Marcos Madrigal fue uno de los mejores. El pianista y bandoneonísta platense Horacio Omar Valente lo felicitó por su Método de Estudio para bandoneón. Leopoldo Federico le dijo a Villena, por entonces alumno de Madrigal. "Tenés un maestro de lujo". Y así podemos mencionar decenas de elogios hacia su figura señera.

Sin embargo, y pesar de todos los honores y reconocimiento de los músicos, una profunda humildad y desprendimiento acompaña siempre la figura de Madrigal. Cuando habla del fuelle, compañero de toda su vida musical, lo menciona como "un instrumento atrapante y que le gusta a todo el mundo, a veces muy ignorado afuera del país".


Juan Manuel Peña (Revista Club de Tango-Junio de 2004)

Bibliografía:

Entrevista personal realizada a Marcos Madrigal en su casa en el mes de mayo de 2004.

El tango, el bandoneón y sus interpretes, por Oscar Zucchi, tomo II, Editorial Corregidor, Buenos Aires, 2001.

Historia de la Orquesta Típica, evolución instrumental del tango, por Luis Adolfo Sierra, Editorial Corregidor, Buenos Aires, 1985.

El Libro del Tango- Arte popular de Buenos Aires, por Horacio Ferrer, 3 tomos, Antonio Tersol editor, Barcelona, 1980.

Estos fueyes también tienen su historia, por Gaspar J. Astarita. Ediciones La Campana, Chivilcoy, Pcia. de Buenos Aires, 1985.

La Historia del Tango, volúmenes varios en especial: El bandoneón por Oscar Zucchi y Osvaldo Pugliese, su trayectoria por Nélida Rouchetto, Editorial Corregidor, Buenos Aires, 1982 y1985.

Colección Revista Tango y Lunfardo, autores varios, editada por Gaspar J. Astarita, Chivilcoy, Pcia. de Buenos Aires.


Para ver video de Marcos Madrigal

11/10/09

Jorge Martín Orcaizaguirre - "Virulazo" (10 Oct 26 + 2 Ago 90)


Estaba en pleno éxito el show "Tango Argentino" en Nueva York. Habitaba un lujoso hotel en la Quinta avenida, y una mañana su vozarrón resonó en los pasillos, estaba enojado: ¡Diganlé a ese viejo maniático que si quiere tango a las diez de la mañana que lo baile él!... ¡Ah! si me quiere ver a mí que venga al teatro...
Aquel viejo, que había asistido al estreno, removió cielo y tierra para que le organizaran una función especial para la mañana siguiente, y la bronca surgió cuando a Virulazo le dijeron que por razones de protocolo, la función especial debía ser ad-honorem. Y agregó a los gritos siempre: ¡Y diganlé que gratis no bailo para nadie! Y así fue, aquel viejo era Henry Kissinger.

Por aquel entonces el bailarín tenía 61 años, 5 hijos y seis nietos.

El apodo Virulazo apareció cuando tenía 18 años y jugaba a las bochas por dinero en el fondo de los almacenes de su ciudad, San Justo (ciudad del suburbio de Buenos Aires). Un viejito italiano lo alentaba permanentemente: Mandale el virulazo, mandale el virulazo, que había adoptado como sinónimo de "bochazo".

Su nombre de nacimiento Jorge Orcaizaguirre, de ascendencia vasca e italiana por parte de madre. Fue criado por sus abuelos porque sus padres se separaron muy pronto.

A mi abuelo le debo todo, él me dio el título más grande que tengo en la vida, el de hombre. Yo lo adoraba.

Los pocos pesos que ganaba mi abuelo en el ferrocarril no alcanzaban, lo ayudé haciendo de todo menos tres cosas: ser alcahuete, rastrero y trepador, los peores defectos que puede tener un hombre. Vendí de todo en la calle, lustré zapatos en las puertas de los quilombos (casas de tolerancia), vendí sandwiches de chorizo, compré pelo en Entre Ríos para traerlo a Buenos Aires y venderlo en las fábricas de pelucas. Después empecé de peón de matadero y terminé como capataz y comprador de hacienda.

El tango me gustaba bailarlo desde los 13 años en los clubes de la zona o del barrio de Mataderos. Una vez me vieron bailarlo el "Negro" Celedonio Flores y el cantor Carlos Acuña y me dijeron: Pibe, vos no podés seguir bailando gratis. Al día siguiente debutaba en el café "La Armonía" de la avenida Corrientes, luego vinieron los cabarets "Chantecler", "Tabarís" y todos los lugares de categoría.

En el año 1952 la empresa de chocolates Aguila organizó un gran concurso nacional de bailarines de tango, participaron 157 parejas y las finales fueron en el auditorio de Radio Splendid. Lo gané. Gracias a eso comenzaron las giras por todo el país hasta llegar la época dura de los años 60 cuando los programas de rock en televisión nos hicieron pasar un hambre terrible, bailábamos por unas monedas. Aguantamos sólo Juan Carlos Copes y yo. La bohemia es linda pero te cagás de hambre.

En los '70 empezamos a salir otra vez, la primera fue una gira acompañando a Hugo Del Carril. A comienzo de los '80 decido abandonar el baile, pero al tiempo me trajeron la idea de "Tango Argentino" y me entusiasmé.

Yo soy profesional solamente porque me pagan. En el fondo sigo siendo amateur, no me ajusto a una coreografía, eso lo hacen los bailarines y yo soy milonguero, uno de los pocos que bailan tango-tango, por eso me llaman de todas partes.

Con lo que gané en las últimas giras me compré tres casas, un camión y dos autos, para mis hijos, ahora salgo algunas veces más, junto unos dólares y ¡chau!, me retiro. Cada gira son cinco o seis meses y para es un sufrimiento, es como estar "encanutado" en Alcatraz. Sufro lo peor que le puede pasar a un hombre, estar solo en la muchedumbre. En Japón me paraba en una esquina y me rodeaban doscientos millones de "ponjas", y no entendía un carajo lo que decían. Entraba en un restaurante, pedía un chorizo y me lo traían con miel, ¡una cosa de locos! Se morfan el pescado crudo como los indios ¡Dejame de joder! Nunca comí tanto pollo y tallarines como en Japón. Hay gente a la que le llamara la atención, pero a mi no. A mí me atrae un buen vino, un asado con los amigos, los jilgueritos que tengo en el fondo de mi casa.

En las giras, cuando no actúo, apolillo, no le doy bola a nadie, me llevo un pilón de libritos policiales y de cowboys y así estoy bien. Me jodían con Venecia ¿Pero qué es Venecia? El cementerio de la Chacarita inundado, y que me perdone la Chacarita. A mi me rompen los que por una cuestión de status o snobismo empiezan a los gritos ¡Ay, que bella es Venecia! Bella es la pampa donde podes ver los árboles, los animales, los colores del pasto en la inmensidad, y no una ciudad que se está hundiendo y que cada vez que pasa una góndola con un tano arriba deja una "baranda" que el Riachuelo, al lado de eso es lavanda Atkinson.

Estoy pesando 128 kilos, pero no me hacen nada; con traje negro, el moño a lo Gardel y una buena pilcha es como que me sacaran ese exceso.

En Broadway durante una actuación, escuchaba una voz que me gritaba: ¡Bien gomina, bien gomina! Resultó ser Nureyev. Se hicieron amigos míos Anthony Quinn y Robert Duvall. Este último, cada vez que viene a la Argentina, se viene aquí a mi casa a comerse un asadito.

A mi esposa Elvira la quiero, la idolatro, si me faltara..., no sé, me tiro bajo el tren.

Yo soy un sentimental, no sirvo para estar solo y menos sin una compañera como ella. Son 28 años de acostarse y levantarse juntos. Pero es más, porque somos amantes desde hace 44 años. Elvira fue mi primera novia, y por esa cosas de la vida no nos casamos. Cada uno hizo su vida y en 1959 yo ya estaba separado de mi primera mujer. Un día yo andaba arriba de un caballo allá por La Tablada y en eso veo pasar un colectivo con Elvira adentro, le hice señas para que bajara, pero nada, entonces fui galopando detrás del colectivo y al final se bajó porque si no la seguía hasta su casa. Conversamos y aquí estamos.


FRASES SUELTAS DE VIRULAZO

Rodolfo Valentino fue un caradura, no sabía bailar.

Tito Lusiardo un buen comediante, pero como bailarín, un adefesio. Pero bueno, estuvo con Gardel, ¿quién lo iba a discutir?

Travolta. Un mariconazo. Lo mismo ese Michel Jackson. Son cosas que no pasan a la historia. Eso no es baile, baile es Fred Astaire y Gene Kelly.

¿Un bailarín de tangos? Petróleo. Lo conocemos algunos, sólo los que vamos a las milongas.

El tango que más me gusta es "Berretín", de Pedro Laurenz. Y en cuanto a letras "El motivo" de Pascual Contursi.

Música nueva argentina no escucho ni loco. Son pibes que están vacíos. En el tango uno siempre va a encontrar algo que refleje su vida. ¿Pero alguna vez a alguno se le cayó la novia en un pozo ciego? Eso dicen en una letra esos pibes. Será que ninguno tendrá historias para contar. A la gente que se levanta a las seis de la mañana para laburar todo el día, no se la empaqueta. A ese gente hay que darles arte como les daba Gardel. A esa gente no pueden conmoverla cuatro guachos que no laburan y fuman marihuana.

En política nunca me metí, pero siempre voto por la democracia. En este país los militares y los curas son un cáncer... Ah, tengo una fantasía, que cuando me muera sea bailando un tango.


(Reportaje del periodista Guillermo Alfieri publicado en el diario "Página 12" de Buenos Aires).

10/10/09

Duendes en el sótano




Cómo imaginar que Eladia y el Polaco de la mano con los Homero y la Negra Sosa se darían cita en El Sótano Teatro para dejarnos pasar una gala maravillosa con Nora Roca y Luis Filipelli, y la guitarra acompañante de Tony Gallo.

Duendes en el sótano, voces íntimas y arrulladoras que regalaron tangos, valses y otras canciones que promovieron los francos ardores del aplauso.

Ellos ahí, en el palco, para una entrega total.

Luis recreó Callejón, Cantor de mi barrio, Viejo smoking, Una tarde cualquiera, Los cosos de al lao, María va y Absurdo (dúos con Nora), Igual que una sombra, En esta tarde gris, la zamba Mujer y Amiga, y otros.

Nora acometió con Nada, Honrar la vida, Gracias a la vida, Como somos, Carritos cartoneros, Vida de artista (lindo tema de Cacho Castaña, dúo con Luis) y una pila más de temas que ahora no tengo en mente.

En el entreacto, recorrida por la casa-museo, un vinito para acompañar a las empanadas (o era al revés?)...

Párrafo aparte para los propietarios de El Sótano Teatro: una casona de Colegiales en la que se presentó el espectáculo. "un lugar under", según lo definió una de sus propietarias. "Lugar de Arte y Comunicación", según reza la tarjeta de presentación.

Y uno metido dentro de esa platea entusiasta mientras que la azotea de los recuerdos guardaba espacio para que desfilen en ramalazos el maestro Volpe, Juanca, Beto, Tino, queridos hermanos de tango que transitan por las calles de Bahía.

Miguel Recuerdo

5/10/09

Evocación de Bahía Blanca

Por Eduardo Giorlandini

Di Sarli está presente en el cariño de los tanguistas bahienses, con gran intensidad afectiva, sin recelos, ni retaceos y supercherías.

Esto último ha sido un producto de la envidia y la mala fe, y por lo cual un antiguo comentarista habló de la bondad cristiana de Carlos Di Sarli, al perdonar el daño y la maldad.

Recordado constantemente en el tiempo por autoridades, por los medios de comunicación y por las asociaciones locales, hoy es una original y generosa organización, conducida por Susana Giandoménico, que, con entusiastas colaboradores, ha instituido la modalidad de realizar bailes, charlas y homenajes.

Tal institución se denomina "Tango en los Barrios", e intenta lo más genuino que pertenece a la historia del género, su reinserción en los ámbitos barriales, para devolverle al tango su solar primigenio, así como en el corazón de Bahía.

En el curso del corriente año lo evocó al cumplirse un siglo de su nacimiento, el 7 de enero. Hoy lo reitera para colocar una placa recordatoria, en esta plazoleta y en esta esquina ya popularizada por tal motivo en nuestra ciudad.

Para que los bahienses asuman la convicción que él Maestro Carlos Di Sarli fue uno de los más grandes de toda la historia del tango, como músico, compositor y director, en la cuna del tango, Buenos Aires, vencidos los sentimientos inconcientes o escondidos, los más serios y responsables historiadores y comentaristas, están asomado a la luz después de las tinieblas que, en cierto sentido desdibujaron u ocultaron lo más relevante de su personalidad artística.

Aníbal Troilo lo reconoció así, en plenitud de talento y de aptitud para captar las emociones del pueblo, de gentes sencillas, de diletantes y melómanos, que se sensibilizan más todavía, se conmueven y se agitan con querencias desde el umbral del espíritu hacia adentro, muy adentro.

Carlos Di Sarli unió la creatividad propia de la circunstancia musical que determinó a no pocos músicos a traducir de ese modo, una afectividad nacida al amparo de las armonías humanas que formaron el amasijo tanguero.

Esto se explica de otro modo, a mayor abundamiento: Angel Gregorio Villoldo expresó un tipo de música de una Argentina y, en particular, dé una Buenos Aires, cuya composición social informaba de cierto grado de dispersión, en sentido sociológico, por causa de los flujos migratorios tan vigorosos exteriorizados con mayor intensidad en la década de 1880.

Carlos Gardel unió los elementos de nuestra sociedad y nuestra cultura: campo y ciudad; y sintetizó la esencia de un ser nacional complejo y variado, por la diversidad de nacionalidades, Juan Carlos Cobián y Carlos Di Sarli incorporaron. elementos de academicismo y de distantes influjos de música clásica, de técnicas y arcanos que enriquecieron a la música ciudadana, por formación y por esa dinámica inherente al ser. empujada por las cosas del espíritu y por los dones de la Providencia.

Muchos otros acompañaron la gesta. Así, el tango de su tiempo se transformó de modo rico y grandioso. Sumó para su entorno la experienca de la historia de de la música, de modo completo, universal, identificando el tango hecho a cancha y cielo abierto, que, por designio y destino providencial, abrevó en lo sones y los rincones de la música de todos los tiempos y laitudes, como resultante cultural, artístico-literaria y coreográfica.

Tal es mi concepto, para no reiterar lo ya conocido.

Y digo también que Carlos Di Sarli, al mismo tiempo, se engarzó en la corriente del nacionalismo musical, el que, preservando la esencia del ser argentino, levantándose en mito bahiense , sin desdeñar el universalismo musical ni tampoco las querencias nacidas bajo la advocación del amor que palpita en los corazones de este rinconcito austral de la República.

El clavel que podemos exhibir en nuestra esencia inmortal se denomina Bahía Blanca.

El poeta, en este caso Iván Diez, expresó mejor el nexo y la hermandad de Carlos Di Sarli con el tango:

"Che, tango, usted ¿quién es?
Sinceramente, respóndame, amigazo que lo escucho.
Y el tango despidiéndose del pucho,
contestó, más o menos lo siguiente;
Soy abrigo y soy pan, medalla o grito,
regalo sal de lágrimas o alegro;
soy caña de emoción, tabaco negro
y de mozas de ley, el espejito.
¿Tiene hermanos y amigos en la barra?
Me invitan, dijo el tango a toda farra
y sé que más de un hombre que es sincero,
pero digo, creyéndolo oportuno,
que hermano verdadero, tengo uno
y es Carlitos Di Sarli, compañero."
(Poema Tango)

Aunque inmarcesiblemente sea siempre tango el tango, cada uno con su marca. Di Sarli, además de lo expuesto, con su romanticismo y el carácter milonguero, su sencillismo desbrozador de variaciones y firuletes, el pianismo llegador y el temperamento fuerte en la interpretación, también elemento-cardinal del tango. No pocos elementos, afianzados en la música clásica están presentes en ella, se trate del sentido espiritual, de las melodías propias y ajenas, el fraseo y el rubato, el ligado y el stacato, la armonía y el contrapunto, por no mencionar otros de los tecnicismos definidos por los musicólogos sobre la base de la creatividad del músico.

Dicho de otro modo, un tango comme il faut, de academia y sentimientos raigales.